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martes, 30 de junio de 2020


Nada volverá a ser como antes  el mundo cambió, estamos en transición no hay forma que la vida que conocimos regrese. Es el inicio de  nuevos tiempos, reglas, intereses y formas de vivir y hacer las cosas desde las más cotidianas hasta las más complejas. Aunque no queramos nos toca decir bienvenido nuevo mundo.

Este encierro nos ha llenado de pánico, tristeza y hasta desesperación, muchos nos dejaron atrás, pero aquí estamos viviendo con la esperanza de que todo pasará y claro que pasará y cuando miremos atrás reconoceremos en nosotros coraje, determinación y esperanza que quizás desconocíamos poseer. Entramos a este futuro asustados, sintiéndonos desamparados y es lógico nuestro sentir pero gracias a Dios podemos elegir aceptar  esta nueva realidad  que de un día para otro se instaló y todo lo cambió.

El camino adelante se recorre con los pies de la fortaleza, la esperanza y hasta con los de la tristeza. El mandato es seguir nos desfallecer, no hay forma de volver atrás sólo queda seguir adelante viendo al Invisible que siempre mira hacia atrás para cerciorarse que seguimos sus hullas hacia la vida, la aceptación y la reinvención de esto que llamamos vida, Dios nos bendiga y nos ayude a seguirlo en medio de hoy, no de ayer o de mañana solo de hoy.